Miguel Millar y la significación del periodismo comunitario

Allá por el 2007, recibí por parte de la estimada  Rosario Puga de la significativa Radio Tierra, una invitación a sumarme a una iniciativa conjunta de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica ALER y la Asociación Mundial de Radios Comunitarias AMARC ALC , dicha instancia que aglutinó a diferentes países del continente buscó motorizar la articulación y el desarrollo de la radio comunitaria dentro y fuera de sus fronteras nacionales. El proyecto en cuestión se llamó RITMO SUR y en lo que respecta a Chile se me confió la coordinación operativa desde el lugar de la AMARC en Chile, en tanto la contraparte por parte de la ALER en el país le correspondió al periodista Miguel Millar.
Desde entonces, con Miguel nos hemos vuelto a encontrar en diversos momentos de este tránsito en medio de la comunicación comunitaria y particularmente de la radio, en “fin de mundo”, su iniciativa de información que parecía evocar un paisaje apocalíptico pero que no hacia otra cosa que dar cuenta de su paisaje sureño, donde existían múltiples tonalidades de verde según me contaba, de su paso por la Radio Estrella del Mar y su lucha contra los abusos de la dictadura cívico militar que les cortaba la luz eléctrica para silenciarla, y que por esos caprichos del destino, en estos días de temporales, apagones y constatación de la ausencia de soberanía energética de nuestro país, lo vuelve a poner en la vereda de un silenciamiento forzado.
Compartimos más de una sobremesa en aquellos días en que el Foro Ciudadano, donde aportó sus oficios, convivió con la ONG ECO en la comuna de Ñuñoa, nos topamos también en la Escuela de Formación del Territorio Lafkenche en Tirúa por allá en 2009, en el proceso de reclamación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el mencionado caso Estrella del Mar que sancionó y condujo al Estado Chile a un acuerdo de entendimiento y reparación por su responsabilidad internacional por la violación a los derechos a la libertad de expresión y a la igualdad ante la ley.
Tengo la convicción de que el compañero de ruta ha de continuar firme en la construcción comunicativa y si traigo a colación parte de las intersecciones biográficas que nos unen con Miguel Millar es, ni más ni menos, para poner en valor la estatura de un personaje de las comunicaciones comunitarias que en estos días ha sido desvinculado de su labor académica y la dirección de la Radio de la Universidad Austral de Valdivia  y que, paralelamente, ha recibido innumerables reacciones de apoyo desde su comunidad académica, alumn@s y otras actorías sociales que han rescatado su importancia y la de su equipo en la salida de relatos que sabemos no encuentran lugar en medios cooptados por intereses políticos o económicos, y en donde la comunicación y las y los comunicadores comunitarios cumplen un rol insustituible y necesario.
Un abrazo a Miguel Millar y seguro que las biografías, los cafés, las charlas y los aprendizajes se nos seguirán imponiendo, por que hay un mundo donde la comunicación no se reduce a un mero acto con el cual ganarse el pan, hay un mundo donde hacer periodismo, con título o sin él, es un compromiso militante con las personas, con las comunidades.

Patricio Rivera Moya

Periodista – Director Morral
Representante Nacional de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias AMARC-Chile

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